I-Disposiciones interiores Siendo la vida eucarística eminentemente un estado de perfección, requiere en el alma tres disposiciones indispensables a saber: pureza habitual de conciencia, adorno de las virtudes cristianas y, sobre todo, amor; o para expresarlo con una sola palabra, la vida eucarística requiere que el alma sea un Cenáculo espiritual. Antes de todo, la vida eucarística requiere en el alma pureza habitual de conciencia. ¡Cosa admirable! Aquel Dios que para nacer se contentó con una gruta, y para vivir, con un pobre taller de carpintero, para instituir más tarde el Santísimo Sacramento, no quiso grutas ni pobres talleres, sino…
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IX-Almas Ocultas ¡Oh! y ¿Cuántos corazones ardientes están cubiertos de humildes vestidos! ¡Qué lámparas de oro no esconde el velo de monja o el hábito de religioso! ¡Cuántos rincones de pobres casas en el mundo, o de retirados conventos; cuántos institutos, cuántos claustros y santuarios están perfumados de fragancias eucarísticas! Almas escogidas, desconocidas del mundo y de la misma Iglesia, conocidas solamente por Dios; almas que, sin tener éxtasis o carismas extraordinarios, viven también de la Eucaristía, como vivió Magdalena de Pazzi y Catalina de Siena, y estarían dispuestas a perder la vida, antes que perder voluntariamente una sola Comunión.…