“Invoca a tu Ángel de la Guarda, que te iluminará y te conducirá. Dios te lo ha dado por este motivo. Por tanto, válete de él”
SAN PÍO DE PIETRELCINA
Ésta festividad nos invita a redescubrir el inmenso regalo que Dios ha hecho a cada uno de nosotros al asignarnos un ángel de la guarda.
¿Qué son los ángeles?
La palabra “ángel” proviene del griego y significa “mensajero”. Los ángeles son creaturas puramente espirituales, es decir, sin cuerpo. A su vez son seres personales, es decir, poseen inteligencia y voluntad, y perfección es muy superior a la de las demás creaturas (Cf. CATIC, n°330).
El Catecismo de la Iglesia Católica enseña que los santos ángeles “son servidores y mensajeros de Dios. Porque contemplan <<constantemente el rostro de mi Padre que está en los cielos>> (Mt 18, 10), son <<agentes de sus órdenes, atentos a la voz de su palabra>> (Sal 103, 20)” (n°329) De esta manera, los ángeles buenos “glorifican a Dios sin cesar y sirven sus designios salvíficos”. En efecto, encontramos su intervención por mandato divino a lo largo de toda la Historia de la Salvación. Así por ejemplo, el Ángel San Gabriel e anuncia a la Virgen Santísima que será la Madre de Dios.
Una de las tareas que el Señor les ha encomendado es la razón por la cual que los veneramos en este día de una manera particular.
Ángeles Custodios
Enseña Benedicto XVI con motivo de la fiesta de hoy :
El Señor está siempre cercano y actúa en la historia de la humanidad, y nos acompaña también con la singular presencia de sus ángeles, que hoy la Iglesia venera como «custodios», es decir, ministros de la divina solicitud por cada hombre. Desde el inicio hasta la hora de la muerte, la vida humana está rodeada de su incesante protección.” (Angelus 02.10.2011)
Con esta especialísima misión, nuestro ángel custodio nos protege de todo mal, sobre todo del más grave, que es el pecado. Así, a cada instante de nuestra vida, el ángel nos ilumina y nos asiste con santas inspiraciones, para que busquemos siempre agradar a Dios y evitar ofenderlo. Si tenemos la desgracia de caer, nos animará a levantarnos de nuevo y volver al recto camino. Asimismo, también nos cuida amorosamente en las vicisitudes de esta vida terrena…¡De cuantos peligros espirituales y materiales nos ha salvado nuestro ángel de la guarda!
No olvidemos pedirle ayuda e invocarlo confiadamente cada día, sobre todo en los momentos de tentación. Que nos guarde de todo pecado y de todo mal, y nos conduzca a la gloria eterna del Cielo.
Oración al Ángel Custodio
Ángel de Dios, que eres mi custodio, ya que la Soberana Piedad me ha encomendado a ti; ilumíname, guárdame, rígeme y gobiérname. Amén.