Memoria-24 de septiembre
La historia de esta antigua y hermosa advocación mariana tiene su origen en España.
En el año 1203, San Pedro Nolasco, un comerciante nacido en Francia pero que vivía en Barcelona, comenzó a procurar la liberación de cristianos que habían caído cautivos bajo el dominio musulmán. Mediante el pago de rescate, el futuro santo procuraba devolverles su libertad.
El 1 de agosto de 1218, Nuestra Señora se le apareció, y le pidió fundar una Orden que tuviera por misión redimir cautivos. Así es como nació la Orden de los Mercedarios. En razón de un voto propio de la congregación, muchas veces los religiosos tomaban el lugar de los prisioneros, sobre todo si estos se hallaban en peligro de perder la fe.
Esta gran obra fue puesta bajo la especial protección de la Santísima Virgen, invocada como Nuestra Señora de la Merced, Redentora de cautivos.
Actualmente Nuestra Señora es venerada con esta advocación no solo en España, sino en todo el mundo.
Desde 1696, por disposición del Papa Inocencio XII, su fiesta se celebra cada 24 de septiembre.
Acudamos confiadamente a la poderosa intercesión de Nuestra Señora de la Merced. Ella siempre está pronto a socorrernos con maternal auxilio en los momentos de tribulación.
¡Nuestra Señora de la Merced, ruega por nosotros!